Estados Matéricos
"Material states"
English version from the Original Spanish text "Estados Matéricos " written by Augusto del Valle, Lima, 2018
From that painting in which there are literally no recognizable figures, points to an verge where contemporary sensibilities dialogue with modern aesthetics. During the 20th century, in Europe and the United States, artists of different generations and nations showed a faith in painting as a space of practice.
Material States, is an exhibition that returns to those steps associated with this interpretation: the contemporary views of Yiriane Kahn (1985) and Marcelo Peirano (1977) dialogue with each other. In painting, through colors and shapes that they take up on a modern focus. Strained between the texture of the material and the stain on the surface of the canvas. Both Yiriane and Marcelo decided to establish a dialogue with the aesthetics of the French artist Yves Klein (1928-1962), and through him, with other accomplices.
The limit between the texture associated with the colored material and the stain, differentiates the emphasis with each of them, is linked to this painting. While Yiriane privileges a fluid sensitivity, associated with water and stain; Marcelo, associated with the earth, makes the material and the gold leaf grow, here and there. Klein had sought "the immaterial in the painting", and Yiriane seems to obey him, in his finishes in which the surface of the canvas acts as a counterpoint to the flow of color; but Klein had also sought a "tangible" world and Marcelo seems to show it.
Augusto Del Valle Cardenas, June 2018
Estados matéricos
Aquella pintura en la que, literalmente, no se presentan figuras reconocibles, señala hacia un borde en el que las sensibilidades contemporáneas dialogan con las estéticas modernas. Durante el siglo XX, en Europa y en Estados Unidos, artistas de diferentes generaciones y naciones, mostraron una fe en la pintura como un espacio de prácticas aún por definir y en el que, con frecuencia, se ponía en escena elementos no solo del desarrollo espiritual de las sociedades, sino también de la propia individualidad y subjetividad.
Estados matéricos, es una exposición que regresa sobre los pasos asociados a este borde: las miradas contemporáneas de Yiriane Kahn (1985) y Marcelo Peirano (1977) dialogan entre sí, en el espacio plano de la pintura, a través de colores y formas que retoman un impulso moderno que se tensa entre la textura del material y la mancha en la superficie del lienzo. Tanto Yiriane como Marcelo decidieron establecer un diálogo con la estética del artista francés Yves Klein (1928-1962), y a través de él, con otros cómplices.
El límite entre la textura asociada al material de color y la macha, diferencia el énfasis con el cada uno de ellos, se vincula a esta pintura. Mientras Yiriane, privilegia una sensibilidad fluida, asociada al agua y a la mancha; Marcelo, asociado a la tierra, hace crecer el material y el pan de oro, aquí y allá. Klein había buscado «lo inmaterial en el cuadro», e Yiriane parece obedecerle, en sus acabados en el que la superficie del lienzo actúa como contrapunto del flujo de color; pero Klein también había buscado un mundo «tangible» y Marcelo parece mostrarlo.
Tanto Kahn como Peirano se formaron en la Facultad de Arte de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y se especializaron en Barcelona. Esto es importante para destacar aquel ideal espiritual —vinculado a dicha escuela— que, paradójicamente, puede estar asociado a la materialidad tanto de una superficie como de una textura. En América Latina, desde la década de 1950, primero surgieron un buen número de pintores abstractos que hacían de la geometría su fuerte; y solo después de la recurrencia de esta tendencia, fue que la otra vertiente, la del gesto de color, se adueñó del panorama. Estados Matéricos, mantiene con esta última opción un vínculo de pertenencia pero también de experimentación. En el siglo XXI la pintura contemporánea ha descubierto, en dicha fuente (la alternativa de la pintura informal de la década de 1950), un impulso asociado al flujo de la memoria y lo orgánico, un borde en el que lo espiritual se transforma en materia extraña e informe.
Augusto Del Valle Cardenas, junio de 2018